Fondo: puedes utilizar elementos que ya tengas en casa, como por ejemplo; una mesa de madera, alguna tela (incluso de tu ropa), césped o lo que consideres acorde con tu producto.

También puedes adquirir, de forma económica, cartulinas de diferentes colores para darle más dinamismo y a tu composición.

Si quieres llevarlo más lejos, puedes adquirir fondos fotográficos, estos vienen con imágenes impresas de alta calidad que simulan diversos materiales, desde mármol hasta madera. Puedes encontrarlo en tiendas online (mercadolibre o aliexpress), u algunas tiendas de instagram.

Posiciona los objetos de manera atractiva, aquí puedes utilizar la regla de 3. ¿Cuál es esta? Esta regla nos indica que una imagen es mucho más equilibrada visualmente cuando hay 3 elementos en ella (que sobresalgan o sean notorios). Con esto puedes generar un recorrido visual intencional que lleve, por ejemplo, la mirada directo a tu producto.

No temas a ordenar todo de manera “desordenada”: Intenta colocar los objetos de la composición en posiciones no tan “cuadradas”, prueba con líneas diagonales. 

No le temas al espacio vacío. Este será de mucha utilidad si posteriormente, quieres agregar texto o elementos visuales en la edición de tu imagen.

Técnicas de iluminación sin equipos de iluminación: Puede sonar algo redundante, pero aquí te explicamos. 

Si no cuentas con equipos profesionales, la luz natural será tu mejor aliada (sobre todo la luz de medio día). Posiciona los objetos cerca de alguna ventana donde entre la suficiente luz como para iluminar todo, si quedan zonas con mucha sombra, puedes utilizar algún espejo o superficie blanca para reflejar la luz y rellenar esos espacios.